Autora: Lourdes Hernández
El atleta ecuatoriano Franklin Tenorio trabaja con empresarios en el club que lleva su nombre.
“Son hombres y mujeres, ejecutivos, gerentes, profesionales, que dejan su comodidad y se dedican a fortalecer su cuerpo y su mente -dice Tenorio.
Madrugan a entrenar y a las 8am ya están duchados, vestidos, desayunados; se dirigen a su oficina para sacar adelante su empresa y dar oportunidades laborales a los ciudadanos”.
El profesor Tenorio ha corrido 43 maratones con un récord personal de 2 horas 10 minutos. Ha participado en dos Juegos Olímpicos, nueve campeonatos mundiales, ha ganado las principales carreras de asfalto y trail del país.
Según él, cuando el empresario hace deporte obtiene grandes resultados para su vida y negocio.
Aquí los dos secretos para dar lograrlo:
- Tener una guía, llámese entrenador, grupo, amigo o amiga, alguien que te impulse a dar el primer paso. El grupo contagia, da energía, seguridad.
- Vencer el despertarse al amanecer. La tarde se complica, hay otras actividades y uno está cansado.
¿Cómo es el entrenamiento?
El entrenador ofrece acompañamiento y técnica, y la experiencia de haber pasado por el alto rendimiento, lo cual es muy parecido a lo que busca el ejecutivo: buenos resultados, excelencia, felicidad.
Además, se da soporte a las personas que empiezan. Al principio llegan con sueño, bostezando, luego ya no les cuesta y quieren correr con los experimentados. Pero tienen que cumplir las fases del entrenamiento para no lesionarse.
Es como el ejecutivo que quiere triunfar rápido y que asciende a cargos altos sin pasar por cada fase y colapsa.
En conclusión, los entrenadores saben que 90% es el deportista. El plan, la técnica es el 10%.
¿Cómo responde el alumno?
Con trabajo diario. El empresario exitoso no hace su empresa de la noche a la mañana. La va ganando día a día, como es el deporte.
Disfruta del ejercicio y hace buenas marcas. Descubre el mundo desde otro ángulo, cambia su mentalidad y encuentra el equilibrio.
Se siente beneficiado, y luego, como cabeza, inspira a su personal.
“Soy un perfeccionista del entrenamiento deportivo. Tengo un sinnúmero de casos de éxito” -dice Franklin Tenorio.
Y concluye: “este mismo resultado obtiene el empresario”.