La vida en familia está llena de experiencias y metas compartidas. En un momento estás intentando ayudar a los niños con los deberes y a coordinar sus actividades extracurriculares, y al siguiente estás pensando en metas de largo plazo como la educación universitaria o futuras bodas.
Entonces, ¿cómo puede una familia equilibrar el pago de los gastos diarios con el ahorro de dinero para metas futuras? Todo se reduce a aprender a evaluar el flujo de caja, maximizar los ahorros y planificar tanto el presente como el futuro. Te damos algunos consejos sobre cómo ahorrar dinero para las metas financieras de tu familia.
- Ajústate a un presupuesto
Analiza detenidamente el dinero que entra y sale cada mes, y quizás encuentres algunos gastos obvios en los que puedes ahorrar. Aunque cada familia es diferente, los gastos suelen dividirse en una de estas tres categorías: gastos fijos, ahorro para metas y gastos discrecionales.
Los gastos fijos, es decir, los elementos esenciales no negociables que mantienen la vida de tu familia, como los pagos de la hipoteca y las cuentas de teléfono, deberían constituir aproximadamente el 50% de tu presupuesto. El ahorro para alcanzar las metas de tu familia y de tus objetivos de jubilación deberían ser alrededor del 10%. Y el gasto discrecional, o lo que queda para gastar a voluntad en “extras” como cenas fuera, no debería ser más del 40% de tu presupuesto.
Si ves que no estás destinando suficiente dinero a la categoría de metas, hay varias formas sencillas de recortar gastos. Si los gastos discrecionales superan más del 40% de tu presupuesto mensual, fíjate en lo que tu familia realmente disfruta y utiliza. Es decir, no te deshagas de Netflix o de tu suscripción al gimnasio si se les da un buen uso, pero quizás haya algunas suscripciones o gastos que tu familia no extrañará si las cancelas.
Si necesitas liberar aún más dinero, mira la categoría de lo esencial: tal vez puedas reducir algunos de tus gastos habituales, por ejemplo, buscando mejores tarifas para el teléfono celular o el seguro de tu vehículo, o encontrando formas de reducir los costos de energía.
A menudo, la forma más fácil de ahorrar es automatizar los ahorros para que no permanezcan en la cuenta principal durante demasiado tiempo y corran el riesgo de gastarse antes de poder ahorrarlos.
Puede que ya esté automatizando cierta cantidad para un fondo de emergencia, pero ¿qué hay de un fondo para las vacaciones familiares o ese viaje que quieren hacer el próximo verano? ¿O un fondo para los estudios de posgrado de tu hijo/a? Destinar dinero a una cuenta de ahorro o de inversión de alto rendimiento cada mes, por pequeña que sea la cantidad, puede ayudarte a hacer crecer tus ahorros más rápido de lo que crees gracias al interés compuesto.
Además, no olvides de aumentar tus ahorros a medida que tú o tu cónyuge ganen más dinero. También puedes considerar la posibilidad de destinar una parte de las ganancias inesperadas, como un bono anual o una herencia, a las distintas metas de ahorro de tu familia.
- Elige el tipo de cuenta de ahorro adecuado para tus metas
Al igual que es probable que utilice una cuenta o producto financiero especializado para ahorrar para la jubilación, ten en cuenta el tipo de cuenta que eliges para una meta concreta. Por ejemplo, si el objetivo es ahorrar para la educación de tus hijos, considera la posibilidad de depositar el dinero en un depósito a largo plazo o un fondo de ahorro diseñado específicamente para ese objetivo.
De igual forma, considera el plazo en el que deseas ahorrar para una meta. Por lo general, si estás ahorrando para una meta en un plazo de cinco años, como un gran viaje en familia o el pago inicial de una casa más grande, probablemente querrás mantener ese dinero en un producto de ahorro de menor riesgo y que te permita contar con la liquidez en el plazo que definiste. Si el objetivo está a más de cinco años, puedes considerar la posibilidad de ponerlo en una cuenta de inversión para que tenga tiempo de crecer, pero también pueda compensar potencialmente cualquier pérdida que pueda resultar de la volatilidad del mercado. Lo importante es que priorices tus metas, equilibres tus ahorros y gastos y determines los productos que se ajustan a tus necesidades.