Autora: Lourdes Hernández
Mujeres con mirada femenina creando productos y servicios financieros para mujeres es una frase con mucho sentido.
Si las instituciones financieras impulsan a sus ejecutivas a alcanzar cargos con poder de decisión, no es para que ellas piensen como hombres. Ni es para mejorar el indicador de mujeres en cargos directivos.
Es para que desarrollen acciones, productos, servicios con identidad femenina. Es dejar que la mujer piense como mujer, con todas las características que la diferencian de la identidad masculina.
Aquí algunos indicadores:
Más del 57% de las mujeres en Ecuador tiene una cuenta bancaria. Los hombres alcanzan un 64% (Global Findex 2014).
Las mujeres de menos recursos económicos tienen un 28% menos de probabilidad de tener cuenta bancaria que los hombres en la misma situación económica.
Actividades en las que trabajan las mujeres: 37% agricultura, 34% comercio, 13% industria manufacturera, 16% otras.
¿Cómo desarrollar productos enfocados a la mujer, sobre todo a las campesinas y a las mujeres indígenas?
Lanzamos algunas ideas:
- Realizar visitas puerta a puerta para conocer la necesidad de las mujeres para apertura de cuentas, de ahorro, crédito y seguros.
- Impartir clases de educación financiera para mujeres.
- Realizar un acompañamiento para buen manejo del crédito a las clientes mujeres, no solo del asesor de crédito, sino de clientes mujeres líderes, que conocen y dominan los productos y servicios.
- Impulsar a realizar depósitos, retiros, otras transacciones, de manera digital, evitando la pérdida de dinero por consumo excesivo, por robo, etc.
- Reforzar el concepto del ahorro monetario digital en las mujeres, las cuales de naturaleza son ahorradoras.
- Dar voz a las mujeres y escucharlas; reforzar su espacio en el hogar, negocio, comunidad y gestión local.
- Impulsar a tener sueños propios individuales, para su familia o para el negocio, y no aquellos que las tendencias o los hombres proponen.
- Reducir la vulnerabilidad de las mujeres en salud, violencia, quiebra, robo, hiperconsumo a través de seguros, de orden en las finanzas, de derechos humanos, de autocontrol.
Toda acción a favor de las mujeres da como resultado disciplina, autonomía económica, aumento de autoestima, mejora de relaciones; lo que a su vez se transmite a sus hijos.
Toda mejora en ellas reduce la pobreza familiar.
¿Quién más puede saber de estas necesidades sino las mismas mujeres?
Fuente: finanzaspopulares.gob.ec