El comienzo de un nuevo año suele inspirarnos para pensar dónde queremos estar y hacerlo mejor. Pero después del estrés de los últimos años, no es de extrañar que este año muchas personas se centren en mejorar su autocuidado.
Sin embargo, el autocuidado no consiste únicamente en tomar decisiones más saludables sobre el estilo de vida. Tu mente y tu cuerpo están conectados a tu vida financiera, y cualquier ansiedad que sientas por tus finanzas afectará a tu bienestar general. De hecho, casi un tercio de las personas dicen que la ansiedad financiera les hace sentirse deprimidos al menos una vez al mes, según una encuesta de 2020 de Northwestern Mutual Planning & Progress.
Aquí hay algunas formas prácticas de incorporar el autocuidado en tu vida financiera.
- Ponte en sintonía con tu presupuesto
Uno de los fundamentos del autocuidado es conocerte a ti mismo y tus emociones, en cada momento, para saber cuándo debes cuidarte mejor. Cuando se trata de tu dinero, piensa en tu presupuesto de la misma manera: Es la forma de saber en qué punto se encuentran tus finanzas y actúa como un plan para saber cómo gastar tus ingresos mensuales.
Mirar tu presupuesto a principios de año es el momento perfecto para empezar de cero. Identifica si hay algún gasto que hayas incorporado durante la pandemia, u otros gastos que puedas recortar para ver cuánto dinero extra puedes tener.
Como mínimo, un presupuesto te ayuda a asegurarte de que tus gastos mensuales no superan tu sueldo neto. Pero también te ayuda a dejar espacio para todos los objetivos que tienes para tu dinero, incluidas las cosas divertidas. Esta es una forma de desglosar tu presupuesto.
- Crea objetivos financieros relacionados con tus intenciones
Con un borrón y cuenta nueva, aprovecha el comienzo del año para revisar tus objetivos financieros. Tómate un tiempo para pensar en lo que realmente quieres de tu vida financiera en el 2022.
Suele haber mucha ansiedad en torno a la incertidumbre, especialmente en torno a tus finanzas. Tomarte ese tiempo puede traerte algo de tranquilidad sabiendo que tienes este camino y que te sientes bien sobre hacia dónde te diriges.
¿No estás seguro de por dónde empezar? Establece primero algunas intenciones. Éstas se centrarán en cómo quieres ser y no en lo que quieres hacer este año. A continuación, comprueba cómo eso se traslada a tus finanzas. Por ejemplo, si te propones cuidar mejor de tu futuro, eso podría significar cualquier cosa, desde crear un fondo de emergencia hasta ahorrar más para la jubilación o pagar las deudas, o las tres cosas.
Además, considera que la pandemia ha cambiado tus prioridades. En lugar de un viaje internacional, por ejemplo, podrías estar planeando un proyecto de mejora de tu vivienda. Sea cual sea la meta, dividir los grandes objetivos en trozos pequeños puede hacerlos más manejables. Así podrás celebrar los mini-hitos a medida que vayas avanzando.
- Pide ayuda a un experto en finanzas personales
La planificación financiera no es algo que tengas que hacer solo. Un asesor financiero puede examinar tus metas, tanto a corto como a largo plazo, y ayudarte a establecer un plan financiero que te permita alcanzarlos. Además de examinar tu presupuesto, puede ayudarte a determinar cómo invertir para tu futuro y crear un plan de jubilación personalizado. El asesor financiero adecuado te proporcionará un asesoramiento individualizado que se adapte a tu situación particular y te mostrará cómo puede cambiar tu plan en las distintas fases de su vida.
- Encuentra un compañero de responsabilidad
Un asesor puede ayudarte a orientarte para alcanzar tus metas, pero a muchas personas les motiva compartir sus metas financieras con amigos, familiares o una comunidad de personas que comparten objetivos similares.
Piensa en ello como si pidieras a un amigo que fuera tu compañero de entrenamiento. Compartan tus metas, creen puntos de referencia y de control, y comprueben regularmente cómo están progresando.
- Explora la meditación sobre el bienestar financiero
En los últimos años, los estudios han descubierto que la meditación a largo plazo puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.
El mindfulness financiero amplía ese concepto animándote a visualizarte a ti mismo alcanzando tus objetivos financieros o a citar afirmaciones positivas alentadoras. Esto puede incluir afirmaciones de identidad como:
- Me siento económicamente cómodo. El dinero me fluye con facilidad.
- Ahorro regularmente para mi futuro.
- Estoy libre de deudas y soy próspero.
Pon notas adhesivas por toda la casa que indiquen cuáles son tus metas y cuándo piensas alcanzarlas. Esa visualización puede ayudarte a que se conviertan en una realidad. Cuanto más creas en ello, cuanto más lo veas, más te parecerá que es alcanzable y así podrás seguir en la dirección correcta.
El objetivo es establecer una mentalidad positiva, que puede sentar las bases para una mayor motivación y una toma de decisiones más clara. Piensa en ello como un recurso adicional que puedes añadir a un plan financiero basado en la acción.
Fuente: Northwestern Mutual